El vínculo de la sangre nunca falla

La operación era urgente: un trasplante de corazón. Por eso condujeron al hospital a Robert Loignon, de veintidós años de edad, de Montreal, Canadá. Un accidente de motocicleta había dejado clínicamente muerto a otro joven, y sus familiares habían autorizado que se donara su corazón para el trasplante. Pero ¿qué de la sangre? Mario Lussier, un joven de veinticuatro años de edad, se ofreció para la transfusión de sangre.

Cuando el médico a cargo de la cirugía, Louis Bossard, vio el parecido que tenía la sangre del donante con la de Robert Loignon el enfermo, esto lo inquietó. El médico recordó que hacía cinco años le había hecho la misma operación a Mario Lussier, y comenzó a atar cabos. Fue así cómo se descubrió la grata verdad. Robert Loignon y Mario Lussier eran hermanos.

Este fue un caso extraordinario. A los dos hermanos, Mario y Robert, los habían separado desde la infancia. La causa fue la muerte de la madre, ocasionada por un ataque al corazón cuando nació Robert. Criados por familias distintas, nunca supieron el uno del otro hasta que en el mismo hospital, por la misma operación y con el mismo médico, llegaron a conocerse. Tuvo razón el doctor Bossard al afirmar: «El vínculo de la sangre nunca falla.»

Hoy en día la familia está siendo atacada desde muchos ángulos. El divorcio es un hachazo aplicado al tronco de la unidad familiar, así como lo son las incomprensiones y las rencillas. Hermanos se pelean entre sí y dejan de hablarse. Hijos abandonan a sus padres y dejan de comunicarse con ellos. La familia entera se desmorona y nadie sabe cómo detener esa avalancha.

Dios no creó a la primera pareja humana para que se odiaran. Creo a nuestros primeros padres para que se amaran. Amor, unidad y comprensión era el lema que había de caracterizar a la familia. El vínculo de la sangre sería el factor más poderoso en la unión familiar. Pero algo sucedió. Sus hijos Caín y Abel, a pesar del vínculo sanguíneo que los unía, se enemistaron a tal grado que Caín mató a su hermano Abel. Con eso Caín se separó de Dios, abandonando su divina voluntad y desechando sus divinas leyes. Dios lo había hecho con libre albedrío, pero Caín había abusado de esa libertad interponiendo su voluntad a la de su Creador.

¿Cuál fue la solución? A la postre, Jesucristo, el Hijo de Dios, donó su sangre al morir por nosotros  sus hermanos, para que pudiéramos tener un nuevo corazón y así disfrutar de vida abundante y eterna. Cuando aceptamos su oferta de reconciliación, descubrimos el amor de Dios nuestro Padre celestial y el de nuestros hermanos en Cristo, amor que nos ayuda a unir sólidamente a toda nuestra familia.

No importa lo que tenemos, sino cómo usamos lo que tenemos"
 
Nazarenos de corazón
La capacidad de liderazgo determina el nivel de eficacia de una persona. "
 
"Disciplina significa hacer las cosas correctas, en el momento correcto y por la razón correcta."
"Si usted no cambia por el equipo, el equipo podría cambiarlo a usted."
 
"Los líderes inteligentes creen solo la mitad de lo que oyen. Los líderes con discernimiento saben cuál mitad creer."
"La gente siempre busca la compañía de quienes los valoran y se alejan de quienes los desvalorizan."
 
"La capacidad va más allá de las palabras. Es la habilidad del líder de decirlo, planearlo, y hacerlo de tal forma que otros
sepan que tú sabes cómo, y sepan que te quieren seguir."
"La gente común comprometida puede hacer un impacto extraordinario en su mundo."
 
"La gente apoya al líder, luego la visión "
 
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